Desde hace algunos años está aumentando progresivamente la cantidad de máquinas "no homologadas" que llegan al mercado europeo en diferentes entornos de venta al por menor. Esta falta de homologación significa que estas máquinas no cumplen con los requisitos legales más importantes, en especial a lo relativo a las normativas de seguridad y emisiones, elaboradas para proteger a los usuarios de las máquinas y al medio ambiente.
El Centro Alemán de Pruebas y Certificación de Maquinaria Agrícola y Forestal (DPLF), un organismo de certificación acreditado e independiente, ha realizado a los diferentes tipos de motosierras las pruebas necesarias que éstas deben superar antes de comercializarse en la UE. Las pruebas han demostrado que las máquinas analizadas no cumplen con los requisitos legales que la UE establece para seguridad y emisiones, lo que incrementa el riesgo de lesiones para usuarios y terceros, e implica unas emisiones muy elevadas, que suponen un peligro tanto para la salud de esos usuarios como para el medio ambiente. El análisis de las emisiones ha demostrado, además, que superan con creces los niveles permitidos. En consecuencia, estas máquinas de diseño idéntico no pueden comercializarse en la UE, y las máquinas que ya están en el mercado suponen un grave riesgo.
En una comparación basada en tres pruebas realizadas con una motosierra original STIHL, la MS 440, y una PowerHaus KW 6500 no homologada quedaron patentes las siguientes conclusiones. Se demostró que la PowerHaus KW 6500 no solo supone un peligro para el usuario, sino que infringe los derechos de nuestra marca comercial al emplear los colores de STIHL (naranja/gris claro) provocando confusión entre los usuarios, que pueden llegar a creer que es un producto original.